Sistema de inspección de carrocería (BIW) antes del túnel de pintura a la salida del «Bodyshop». Es capaz de detectar picadas, bollos, grietas, adelgazamientos y falta de agujeros de troquelado, entre otros defectos. Consiste en un conjunto de sensores de triangulación montados sobre robots que escanean la carrocería en estático o en dinámico. Incorpora funcionalidades como el medido de enrases y franquicias «GAP&FLUSH» y la inspección y detección de proyecciones de soldadura en la piel del vehículo. Emplea algoritmos analíticos y de «Machine Learning» para reducir al máximo la falsa detección.